Yemanja
Gran vientre oceánico, madre liquida de la naturaleza, madre de cada niño
gestado. Navegante en el río Oshun, donde naciste y fecundaste creyentes
yorubas para tu fe; madre de los Orishas, madre originaria que surge y crea
desde el inicio de los tiempos, cuando nada éramos, cuando las cosas no tenían
nombre.
Yemanja, “Yeye emo ja”, madre cuyos hijos son como los
peces, como dice la ancestral lengua yoruba. Viajera que obligada por el amor a
sus hijos acompaño silenciosa e
invisible la travesía de los esclavizados en sus aguas, sacrificados sin cruz.
Mi boca besará el polvo, y seré reverente madre, “Omí o
Yemayá, Omí Lateo, omí Yalodde”, porque reinas dentro y fuera de nosotros,
porque fuiste astuta y tu luz no se apagó ante los golpes, ni la humillación y
hoy reinas en el mundo aceptada por aquellos que te despreciaron.
Rosas blancas perfumadas con el amor de tus hijos
verdaderos, velas que nos transfieran tu energía de cielo, barcas de buenos
deseos que abracen a los que sufren, un timón que guie a los que están perdidos o
desorientados, remos para enderezar a los que están en el camino incorrecto, en
el abuso y la corrupción, miel para endulzar
nuestros días de hiel.
Trabajamos por el amor, la unión y la paz de todas las familias, que también
es tu familia Universal, ayúdanos Madre.
“Omí o Yemayá, Omí
Lateo, omí Yalodde”, madre en tu día.
Gracee
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