jueves, 5 de diciembre de 2013

Pedro Perez Sarduy - Periodismo - Cuba

"Poeta, escritor, periodista, investigador. Miembro del Equipo de Dirección de Afrocubaweb.com"

Revista Encuentro de la Cultura Cubana No. 2, 1996 

"Tengo, vamos a ver,
que siendo un negro
nadie me puede detener
a la puerta de un dancing o de un bar.
O bien en la carpeta de un hotel
gritarme que no hay pieza,
una mínima pieza y no una pieza colosal,
una pequeña pieza donde yo pueda descansar.
(...)

Fragmento del poema Tengo (1964) de Nicolás Guillén
Cuando llegué a La Habana a finales de mayo último me encontré con la renovada efervescencia de un viejo tópico, hacia el cual los cubanos se aproximan con mucha cautela: el negro en Cuba. A los 72 años, la señora Elvira Cervera, veterana actriz negra acababa de presentar un proyecto teatral en el cual pedía "romper el apartheid que impide al actor negro interpretar personajes de la dramaturgia universal" y propuso "constituir un espectáculo que sirva de marco a los actores (...) para testimoniar, analizar, enjuiciar, denunciar y rechazar la evidente limitación del actor de piel oscura en su intervención profesional en la escena cubana (teatro, cine y televisión)."
Para que no quedaran dudas de que estaba actuando de buena fe, la señora Cervera invocó el sagrado pensamiento del apostol de la patria, José Martí -en el centenario de su caída en combate por la independencia de Cuba del colonialismo español: 'Racismo justo es el derecho del negro a mantener y probar que su color no lo priva de ninguna de las capacidades y derechos de la especie humana... Hombre es más que blanco, más que mulato, más que negro. '


Para el actor Alden Knight, 59, desde que la televisión llegó a Cuba hace 40 años, la imagen que ha proyectado siempre ha sido blanca. A excepción de los primeros diez o quince años a partir de 1959, el negro siempre ha sido caricaturizado. Es más, hoy día se pueden contar con los dedos de una mano, y sobra, los actores negros en la televisión cubana. Conocido, efectivamente en toda la isla por su singular forma de 'decir' la poesía --sobre todo la del fallecido Nicolás Guillén, Poeta Nacional--, Alden Knight dice que de acuerdo a la situación actual, no tiene mucho sentido repetir aquel famoso canto de redención social para el negro cubano que Guillén escribió en 1964:

Elvira Cervera (Jan 4, 1923 - Mar 27 2013) and Alden Knight

" 'Tengo' es la suma de lo que se consiguió en este país para los negros, para los pobres... y que ahora se ha perdido. Yo he sostenido que cuando se diga de nuevo con toda honestidad ese poema, volveremos a recuperar lo que habíamos ganado hasta finales de la década de 1960, que fue una época de pobreza, pero también de igualdad.

"Cuando sostienes que hay discriminación racial en Cuba, te dicen que no. ¡Sí, sí la hay! Si incluso cuando tú llegas a pedir trabajo en cualquiera de estas nuevas empresas que se están formando, te están mirando si eres negro o si eres blanco o si tienes una apariencia buena. Por supueto, la apariencia buena es que te parezcas al blanco; de lo contrario la apariencia es mala. La necesidad de que ahora haya aquí empresarios extranjeros con otros puntos de vistas la estamos asimilando de una manera humillante. Se está perdiendo la proyección de lo que para nosotros es ser cubano.

"Yo provengo de una familia de jamaicanos: negros, pobres y extranjeros. Discriminados por las tres partes. Además de guajiros. Hoy mi hermano mayor es jefe de economía de una fábrica de implementos agrícolas; mi hermana es directora de una Escuela Secundaria; detrás vengo yo, que me conocen en toda Cuba porque soy actor; luego viene mi hermano que es jefe de los ingenieros eléctricos en una planta de fertilizantes; otro hermano se graduó de médico en 1960 y hoy es un cardiólogo reconocidísimo; y el más pequeño es ingeniero oficial de las Fuerzas Armadas Revolucionarias. Este tipo de familia negra yo nunca la he visto representada en la televisión cubana. Una familia que se ha desarrollado a partir de muchos esfuerzos."

Por su parte, la doctora Lilliam Cordiés Jackson, 40, que representa la generación intermedia de negros cubanos profesionales, lamenta la pérdida de los valores familiares y el aumento de conductas antisociales inherentes a la presente crisis, y agrega este tema debiera ser tratado ampliamente por los medios masivos de difusión, especialmente "en momentos en que la grosería y la vulgaridad se han homogeneizado en el país". 
Igualmente se muestra mortificada por la constancia de este tipo de conducta, que no se produce solamente entre los jóvenes. La doctora Cordiés opina que contrario a lo que algunos quieren proyectar, este comportamiento, subrayado por la situación que vive el país en la actualidad, no es patrimonio del negro cubano, "lo que ocurre es que el negro es mayoría y se ve más".

Como especialista en medicina interna, la doctora Cordiés hace un paréntesis para celebrar los estudios científicos que sobre la hipertensión en los Afronorteamericanos han realizado en EEUU los doctores Savage y Saunders:

"La genética de la hipertención arterial es en este momento, una de las cosas que más se está estudiando. No solamente en el negro, sino en todas las poblaciones, pues se piensa que si se puede modificar el fenómeno genético, se podría mejora la calidad de la vida y sobre todo, dar lugar a otras expectativas. Pero el caso de Cuba es de lo más simpático porque cada vez que presentamos un trabajo de raza en un foro internacional lo que nos dicen es que en Cuba no hay razas puras, porque la Organización Mundial de la Salud (OMS) solamente reconoce tres razas: la caucasoide, la negroide y la asiática. Por eso en este país tú te encuentras gente rubia, pero demográficamente es negra".

La doctora Cordiés y sus hermanas -tres médicos y una filóloga, especializada en Africa-, son conocidas desde pequeñas como "las hijas de Lilliam y Juan Emilio". La doctora Cordiés revive la presencia de sus padres cuando evoca su memoria:

" Mi padre era el centro intelectual de la familia, pero mi madre era el centro material".

seguir leyendo
Nacidas y criadas en Santiago de Cuba, la segunda y más caribeña ciudad del país -conocida por su rebeldía, hospitalidad y heroismo además de por su mayoritaria población negra-, las hijas de Lilliam y Juan Emilio recibieron de sus padres, además del constante amor familiar la desvelada preocupación de sus padres por la independencia y superación cultural:

"El negro sabía que una de las formas que él tenía para enfrentar la discriminación era imponer su conocimiento. Mi padre fue un médico negro. Era el africano típico, parecía un zulú, alto, grande, corpulento, de andar pausado y voz perseverante. Ese era mi padre. Intelectualmente era un hombre superior (...) En aquellos tiempos el negro en Cuba tenía sociedades donde se reunía y se discriminaba al negro que no sabía, no al negro que no tenía. Cualquiera podía ir al Club Aponte*, pero allí no podía ir el negro que no supiera mantener una conversación (...) y eso se ha modificado, es otra generación, son otras motivaciones, otros intereses, otro tipo de vida (...) la gente ha hecho mini-sociedades, aunque en Santiago de Cuba todavía perdura cierto sentido de la familia, donde la figura del más anciano es la más importante en la familia, quizás rememorando a nuestros ancestros africanos (...) por eso digo que esa pérdida de los valores no se da únicamente en el negro (...); el país se ha dado cuenta y se están tomando una serie de medidas para resolver eso, pero va a ser difícil. Son dos generaciones que han nacido con esa desafortunada manera de ser. Hay que hacer muchos esfuerzos para rescatar la educación formal." 
  
Leer mas a Perez Sarduy http://pedroperezsarduy.blogspot.co.uk/

No hay comentarios: